¿Cómo montar un servicio de sexo telefónico particular?
En estos tiempos en donde el empleo no podría encontrarse en su momento más precario, son muchas las personas las que ven la situación económica como una particular oportunidad para poder crear un negocio y hacer que aguante el paso del tiempo.
Sin embargo, en la otra cara de la moneda, vemos como habitualmente una gran cantidad de empresas, aun a pesar de estar consolidadas en el mercado durante mucho tiempo, terminan por quebrar.
Es por ello por lo que nos preguntamos qué es realmente lo que puede funcionar, ¿qué es lo que, a pesar de que haya pasado el tiempo, todavía se siguen conservando en el mercado? Y nos damos cuenta de que hay algo que siempre vende: el sexo.
Sin embargo, si queremos montar un negocio legal, no tenemos demasiadas opciones. Una de las más habituales y rentables es lo que se conoce como sexo telefónico particular.
¿Qué es y en que consiste el sexo telefónico particular?
La idea de este tipo de servicio es ofrecer un trato más directo y cercano de lo que nos pueden ofrecer en una agencia especializada en el sexo. El propio término particular define a que únicamente nos vamos a encargar nosotros o nosotras de poder atender a nuestros clientes y que, por el momento, no vamos a contratar a nadie más para ello.
Sin embargo, montar este servicio de sexo telefónico particular es más complicado de lo que parece porque necesitamos tener experiencia, mucha paciencia para poder tratar al cliente, un tono de voz que corresponda con nuestro género y, sobre todo, contratar a un contable para que se encargue de llevarnos las cuentas y para declarar los impuestos.
Además, también tendremos que analizar si el negocio es viable para no incurrir en más gastos que ingresos.