Tener sexo gay por teléfono
En la actualidad podemos encontrar muchos servicios para tener sexo gay por teléfono. Muchas veces en el propio servicio podremos encontrar con que persona queremos tener sexo telefónico; si es chico, chica, travesti… Lo bueno de este tipo de servicios es que la persona que se encuentra al otro lado del aparato será una profesional acostumbrada a cumplir las fantasías de sus clientes.
Si estas dudando si llamar a un servicio de este tipo y todavía no te decides, lee la siguiente experiencia de un chico al que le encanta el sexo gay por teléfono.
Mi experiencia con el sexo gay por teléfono
“Reconozco que no es la primera vez que llamo. Me encanta este servicio y cada vez que hablo con uno de los chicos me pongo a cien. Me gusta empezar con una conversación trivial donde intento adivinar los rasgos del chico; es entonces cuando empezamos a desarrollar esa conexión o complicidad entre nosotros. A pesar de que no nos vemos es como si estuviéramos en la misma habitación. Estoy buscando a un chico sensible, amable, discreto y que sepa cómo calentarme”
En algunos servicios de “sexo gay por teléfono” tenemos que grabar un mensaje de voz para presentarnos y que un chico nos atienda sabiendo un poco lo que buscamos, de esta forma sabe el estilo para iniciar la conversación y hacer que nos sintamos más a gusto.
El mensaje lo acaba de dejar Roberto, un importante ejecutivo que reconoce llamar a estos servicios algún fin de semana. Sabe que aunque no tenga nada de malo, por si importante cargo si alguien se enterase podría llegar a tener problemas, por lo que llama a este tipo de números es la intimidad y manteniéndolo siempre oculto.
Recuerda haber tenido sexo gay por teléfono hace justamente una semana. ¿Jorge? ¿Raúl? ¿Antonio? La verdad es que no se acuerda del nombre de la otra persona pero no le importa, sabe que fue una experiencia increíble, incluso más que las anteriores. Ha observado una cosa curiosa, cada vez que llama a este servicio le gusta un poco más.
No tarda mucho en encontrar respuesta a su anuncio. Roberto sabe que una de las características de este servicio es que otra persona como él, que no trabaje ahí, puede escuchar los anuncios y decidirse por él pero para ello tiene que haber marcado la opción. Esa noche siente que va ser especial y decide que sí, que cualquier hombre puede contactar con él.
Entonces aparece Tomas.
De inmediato descubre que no es un profesional, lo delata su temblorosa voz y el no saber muy bien cómo empezar a hablar. Roberto piensa por un instante en colgar pero se da cuenta de que esto puede resultar incluso más excitante; ahora se encuentra él en el otro lado del sexo gay por teléfono.
-¿Qué tal te ha ido el día, Tom? ¿Puedo llamarte Tom? – Sabe que está siendo malo pero le está gustando.
-Oh.. Muy bien… ¿y el tuyo? – Logra titubear.
Tomas sonríe, sabe que se lo van a pasar muy bien. Tom empieza a contarle algunos detalles íntimos de su vida, a veces incluso desviándose un poco de la situación. Pero Roberto está ahí para hacerle volver al camino con su lenguaje cada vez más provocativo y sus frases con doble sentido.
El chico se define a sí mismo como un corredor de seguros introvertido que viene en una ciudad cercana. A medida que va hablando se va desinhibiendo de todo; empieza a ver el “sexo gay por teléfono” como una gran experiencia y decide aprovecharla.
Entonces empiezan a tocarse. Al principio no lo dicen pero más adelante lo hacen haciendo que se aproxime el punto del clímax. Lo están consiguiendo, está siendo una velada realmente entretenida y todo lo han conseguido únicamente usando la voz y el teléfono… parece increíble.
Ambos se despiden y Roberto cuelga. Después de eso sonríe, como decía, cada vez que llama se lo pasa mejor que la vez anterior.
Y esta es la experiencia de Roberto y Tom que decidieron probar el sexo gay por teléfono y les encantó. Si quieres pasártelo tan bien como ellos tan solo tienes que llamar y encontrar a tu propio Tomas 😉