Corriéndome a tope con las llamadas XXX
Os voy a contar la vez que más placer he sentido en la vida. Soy un adicto a las llamadas XXX; siempre que he recomiendan una nueva línea no tardo más de un día en probarlo.
Afortunadamente gano mucho más de lo que necesito, por lo que en mi cuenta se han acumulado muchas cantidades con varios ceros que me proporcionan una vida con todos los caprichos que una persona pueda llegar a desear.
Una vez un tío de la oficina me recomendó que llamase al “Teléfono de Paula”. Ya por el nombre no me decía mucho: había hablado con muchas Paulas y ninguna había tenido nada realmente especial.
Sin embargo, como ya os he comentado, la novedad es algo que me puede y acabo probando cualquier cosa aunque sea de ínfima calidad… eso sí, pocas veces suelo repetir.
El caso es que no serían más de las 21:00 de la tarde cuando me decidí a llamar a Paula.
Tengo que reconocer que tenía una actitud bastante prepotente. Estaba decidido a no ponérselo demasiado fácil a Paula, así que me mostré como un cliente inflexible que mostraba poco o ningún interés en el sexo.
Ella siempre mantuvo una actitud delicada, simpática y evito continuamente mis reproches. Después empezó a desplegar la verdadera magia que tienen las “llamadas XXX”. No sé cómo consiguió engancharme pero acabé contándole gran parte de mi vida. Por si fuera poco, ella le fue dando la vuelta a mi conversación para poder integrarle un tono erótico muy característico y excitante.
Antes de que pudiera darme cuenta tenía la polla en mi mano y me estaba masturbando. Ella, por la intensidad de mis jadeos, sabía exactamente lo que estaba haciendo y empezó a gemir como una loca.
Un servicio muy especial que os recomiendo (las llamadas xxx con chicas).