Follando con una pelirroja a través de los teléfonos calientes
Siempre me han gustado las pelirrojas, pero, a excepción de una novia que tuve a los 20 años, no había logrado estar con ninguna. En el momento en el que salía a ligar, mientras mis amigos se fijaban en rubias y morenas de infarto, yo perdía un montón de posibilidades ya que solo quería a ese estilo de mujer en especial.
Por mucho que pasase el tiempo y yo probase diferentes estrategias, no había ninguna que cayera en mis redes.
Mis amigos me decían que me rindiese pero yo era incapaz de hacerlo.
Hasta que un día vi clara cuál iba a ser la solución…
Una noche mientras me encontraba viendo pornografía por la noche me di cuenta de que tenía a mano la opción de hacer una llamada a los conocidos cómo teléfonos calientes.
En mi juventud había llamado un par de veces con algunos amigos; pero más que como un acto de excitación era más bien para pasar el rato. En el momento en el que mi padre vio la factura de teléfono, nos echó tal bronca que se nos quitaron las ganas de seguir haciendo estas llamadas.
Iba a probar en esta ocasión si hablar con pelirrojas me ponía a 100. Sabía que la posibilidad que existía era bastante remota, pero, aun así, sentía cierto interés por probar.
Cuando la teleoperadora me preguntó qué tipo de chica quería, yo le dije que necesitaba una tetona con muy culo, pero, por supuesto, que fuera pelirroja.
En muy poco tiempo estuve hablando con una mujer cuya voz era completamente increíble; en mi vida había oído nada igual.
No se cómo lo hizo, pero tardé muy poco en llegar al orgasmo. Ahora, como si fuera un pequeño ritual, llamo cada noche para llamar al placer.