Follando con rubias a través de las líneas calientes gratis
Tengo que reconocer que me encantan las líneas calientes gratis. Aprovecho cuando mi mujer se va a trabajar y los niños están en el colegio para llamar.
Soy ingeniero informático y tengo la suerte de trabajar desde casa por lo que puedo aprovechar el tiempo y saber cuándo llamar a mis chicas.
La primera vez que llamé lo hice tras tener una discusión muy fuerte con mi mujer. Llegué a pensar en abandonarla.
Tuvo que ser la desesperación lo que me movió para poder llamar a la línea erótica; de repente lo vi una buena opción. La discusión se había producido porque ya hacía mucho tiempo que no follábamos y un hombre tiene sus necesidades.
Estaba decidido a correrme a toda costa, aunque solo fuera con la voz de una mujer.
Siempre me habían entusiasmado las rubias; mi mujer era rubia y este gusto lo iba a mantener por teléfono. Cuando la chica de la línea me contestó, yo le pedí que quería hablar con una rubia que fuera tetona (mi mujer no lo era demasiado).
Enseguida me pusieron con Sara. A pesar de que intentaba darme conversación todo el rato, se la veía que era un poco tímida. Había algo en su voz que me hacía darme cuenta de lo tetona que podría llegar a ser (aunque eso fuese técnicamente imposible).
Encontraba algo excitante en su forma de ser. La cosa es que antes de darme cuenta me la estaba machando como nunca lo había hecho.
Es las “líneas calientes gratis” siempre me suelo correr llegando al orgasmo de una forma más vívida que con mi mujer.
Me gusta masturbarme con estas líneas… pero solo lo hago cuando mi mujer no está, sobre las 11-13:00 del medio día.
¿Cómo preparar nuestra llamada a líneas caliente?
Cómo en muchas experiencias, la primera es la más complicada y, al mismo tiempo, la determinante. Si hacemos una llamada a líneas caliente y todo nos va mal, seguramente le cogeremos manía a este tipo de servicio, y lo “venderemos” a nuestros amigos como si fuera una especie de timo en el que no deberíamos de confiar.
Sin embargo, si hubiéramos hecho las cosas bien, si realmente nos hubiéramos preparado la llamada, las cosas hubieran sido de una forma muy diferente.
Es por esta razón, por lo que te hemos preparado una lista de consejos para que te quede claro como debes de preparar la llamada a este tipo de líneas.
Todo lo que debes de saber sobre tu “primera vez” en las líneas calientes
Relax
Lo más habitual es estar algo nerviosos; al fin y al cabo, seguro que no estamos acostumbrados a hablar de sexo con la primera persona que se nos pase por delante. Es por esta razón, por la que conviene recordar que nosotros tenemos el mando y no tenemos que agradar a nadie.
La persona que se encuentra al otro lado de las líneas caliente, tanto como si es un hombre o una mujer, ha sido instruido/a para cumplir efectivamente con nuestras peticiones. De esta manera, en el caso de nos quedemos en blanco no pasará nada, ellos nos darán conversación.
Haz solo lo que quieras hacer
Si algo no te gusta o te sientes incómodo, podrás corregir la situación de la manera en la que se te venga en gana. Por ejemplo, si en un momento dado te sientes con ánimos para entrar en “prácticas más duras”, tan solo tendrás que pedirlo.
Comparación
Por mucho que tus amigos te puedan recomendar su experiencias en líneas eróticas, al final “estarás solo ante el peligro” y tan solo tu decidirás si esa experiencia te gusta, o bien si deberías de probar con una mejor.
Si comparas entre diferentes opciones, seguro que no tardas en encontrar una que, por lo menos, te llama la atención.
Prepara tu llamada a líneas calientes y aleja los malos rollos.