Primeros pasos con la línea caliente gratis
Como establece el dicho: “las primeras veces siempre son las más duras” aunque a mí me gustaría añadir “pero también son las ocasiones en las que más disfrutamos”.
Yo estaba como tú, era un manojo de nervios que cuando escuchaba la voz de una chica, me quedaba completamente cortado y no sabía muy bien que decir… aunque estuviera hablando por teléfono.
La línea caliente gratis nunca me había llamado poderosamente la atención. Pero tenía hablar con una chica profesional para poder desinhibirme y hablar con los demás. Así que escogí la opción más dura: hablar de sexo.
No quería gastar mucho dinero en este pequeño experimento por lo que le pedí a una amiga con la que tenía mucha confianza que hablásemos de sexo por teléfono. Era la una chica a la que le podía contar todo… pero no penséis mal, no sentía ni una pizca de atracción por ella.
Esta chica accedió de inmediato, todo lo que sea probar experiencias raras e innovadoras, le encantaba.
Así que ya había creado mi propia “línea caliente gratis”, iba siendo hora de poder probarla.
La conversación se inició de una forma muy trivial. Nos preguntamos cómo nos había ido el día antes de que un silencio incómodo invadiera la llamada.
-¿Sabes que…? – Empezó ella- Tengo el coño muy mojado.
En ese momento volvió la timidez a mí ya que no supe bien que decir. Pero no, no podía dejar que ese límite me afectase de nuevo.
-¿Ah, sí? – Me esforcé por decir- Pues yo ya tengo la polla fuera y me la estoy machacando.
Empezamos a decirnos todo tipo de guarradas. ¡No podía creerlo! Lo estaba disfrutando.
No se lo digáis a ella pero yo me estaba masturbando de verdad.
A partir de ese momento fui capaz de vencer mi timidez.